Teatro esquel Una vez más me convoca un autor argentino. Nada mas ni nada menos que Carlos Gorostiza (aunque el quiere figurar como Héctor Carlos Gorostiza). En la búsqueda de una obra “con humor” (ya que los actores querían hacer algo “divertido”) apareció “Los otros papeles”, como una señal de advertencia: Reíte, pero fijate de qué. Y claro, es imposible para un argentino no reconocerse en el absurdo, en las miserias repetidas, en la ingenuidad, a veces un tanto peligrosa, en el humor negro, en el amor y en todos los vínculos extraños que generamos o inventamos para engañar a la soledad. Aún más. En esa locura intima que tratamos de esconder, y que siempre la terminan librando ¡Para todos los cumpa! Somos tontos angelicales, maliciosos de sótano, prestigiosos impresentables. ¿Para que mostrarnos tan reales si podemos actuar la vida con algo de carmín y cartón pintado?
Cada uno de los personajes son una caricatura en si mismos. Exageran, sobreactúan, gesticulan, y así, se convierten en seres queribles o detestables. Ahora me doy cuenta todo lo que me divertí mientras ayudaba a que crezcan. Gracias, Monira, Gabriela, Ale, Vicente, Marquitos. Gracias Idea, Aurora, Señora Maria, El Profe y Atilio, por existir y dejarse llevar el alma al corazón de los actores.
..... María de los Ángeles Fernández
Cada uno de los personajes son una caricatura en si mismos. Exageran, sobreactúan, gesticulan, y así, se convierten en seres queribles o detestables. Ahora me doy cuenta todo lo que me divertí mientras ayudaba a que crezcan. Gracias, Monira, Gabriela, Ale, Vicente, Marquitos. Gracias Idea, Aurora, Señora Maria, El Profe y Atilio, por existir y dejarse llevar el alma al corazón de los actores.
